Este dossier presenta los primeros textos discutidos de manera conjunta por un grupo de investigadores y doctorandos, hombres y mujeres que, a partir de diferentes intereses e investigaciones particulares, sentimos la necesidad de establecer un diálogo teórico-crítico que atraviese nuestras prácticas. De nuestras conversaciones y de los trabajos que presentamos se desprenden algunos temas que proponen tareas a resolver.
1.- ¿Cuál es el objeto de estudio que proponemos?
Podemos pensar que los procesos de escritura se estudian fundamentalmente a partir de manuscritos. Sin embargo, los manuscritos por sí mismos no explican la escritura, sino que se trata de cuál es la mirada que se impone a esos documentos para convertirlos en pre-textos de una obra. Ahora, una vez abierta la caja de Pandora de los manuscritos devenidos pre-textos, vemos cómo el espacio de la pretextualidad se vuelve poco a poco espacio de virtualidad escrituraria. La astucia del crítico aprende a leer en los avances publicados un material de trabajo que dialoga de manera novedosa con la presentación libresca o el documento oficial. Seguimos persiguiendo los manuscritos autógrafos como lugar donde la máxima información ha dejado su huella, pero alertados sobre la posibilidad de reducir esta proliferación de signos a un repertorio de variantes subordinadas a un texto único, nos preocupamos más por ver en dónde posamos la mirada. De este modo, un recorrido por los materiales examinados en los trabajos que presentamos puede hablarnos del cuidado puesto de la mirada crítica:
Manuscrito prerredaccional. El trabajo de Alejandra Alí examina el objeto fetiche por excelencia, certificado además en el acto del traspaso: “[Ricardo Piglia] nos prodigó una sorpresa inesperada al entregarnos el manuscrito original de este cuento, consignado en una hoja volante, manuscrita, que contiene el plan de escritura”. El don parece decirlo todo, sin embargo, para hacer hablar a ese objeto enigmático se hace necesario un recorrido por gran parte de la obra del escritor, su poética y la relación de amistad/admiración con sus colegas/maestros. Una vez efectuado el cambio de domicilio (del archivo personal del escritor al escritorio de trabajo de la investigadora) comienzan a desplegarse sentidos que escapan a la voluntad del escribiente/ donante. Asistimos en este trabajo a la construcción de un pre-texto que no sólo está formado por los trazos autógrafos que se reproducen en imagen y transcripción, sino que se completa con entrevistas, prólogos, datos biográficos. En esta hoja volante elegida por el maestro para ser entregada a una alumna de doctorado, y en la lectura que esta alumna despliega, podemos leer el problema del legado y cómo hacernos cargo de una gran masa documental que se está produciendo en este momento. Más que la nostalgia por unos manuscritos que no cesan de dejar de escribirse, tenemos la tarea de preservar organizadamente la memoria viva de nuestra cultura escrita.
Correspondencia personal. La correspondencia, como señala Magdalena Arnoux, ha tenido un recorrido paradojal en los estudios de génesis: utilizadas únicamente por su valor documental para iluminar aspectos de la escritura de una obra, las cartas fueron conservadas junto con otros “papeles personales” como uno de los fetiches preferidos. Aquellos papeles habían sido escritos, mirados, acariciados por el autor de otras obras importantes. A la hora de armar los dossiers, las firmas de los corresponsales se buscaban entre los hombres influyentes. En este marco, el trabajo de Arnoux presenta un corpus de cartas de mujeres recortado de la correspondencia que conservó Alberdi, y lo propone “como una serie en construcción que permite apreciar el progresivo dominio de la discursividad escrita por parte de esta mujer”. Sin borradores, con tachaduras y agregados apenas circunstanciales, vemos que el estudio de este corpus (estos textos, como los llama Arnoux) no sólo puede ser abordado con una mirada geneticista, sino que este enfoque es el único capaz de mostrar la adquisición del dominio genérico en su naturaleza de proceso constructivo, y en este caso, cómo los géneros sexuales y textuales se relacionan, muestran y ocultan en interacción mutua.
Documento de múltiple autoría. En su análisis de los Documentos finales de Medellín, Juan Eduardo Bonnin hace explícitos los problemas teóricos que convoca el objeto elegido en el marco del desarrollo de la crítica genética. El recorrido que va del estudio de textos “de autor literario” a producciones textuales “de autor múltiple” no sólo nos habla de la pertinencia de un enfoque que al desplazar el estudio del producto final a la producción puede recuperar tensiones y negociaciones, sino que permite reflexionar acerca de las concepciones del sujeto de la escritura y su persistencia en inscribir la singularidad de una voz allí donde la voz debería ser pura institución. Un problema planteado por Bonnin se nos presenta además como espacio de reflexión donde pueden dialogar los estudios literarios y lingüísticos: entre la producción colectiva y la legibilidad institucional se juega también la dinámica entre la repetición y lo nuevo. Esta relación entre legitimidad y legibilidad, que el autor explora en un discurso tan codificado como puede ser un documento oficial de la Iglesia, habilita a pensar esas mismas relaciones en el campo de las instituciones laicas, y cómo los manuscritos literarios muchas veces muestran aquella expresión que no podía ser leída en determinado contexto literario o momento histórico, pero que comenzaba a conformar un umbral de legibilidad en el campo de las artes. Por otra parte, una historia narrada elípticamente: “el modo de acceso al archivo de Medellín, parcial en la medida en que nos fuera facilitado por uno de sus participantes”, da cuenta de esta otra intervención crítica que convierte un Archivo Institucional, organizado para contar la historia de la institución, en un archivo de la historia de las ideas que permite visualizar la diversidad allí donde se propone el monolingüismo. La tarea que nos impone este tipo de trabajo se relaciona con el acceso a estos documentos, cuyo contenido es negado como el de una carta robada, desguarnecidos y a la vez prohibidos, a disposición de quien acceda por alguna puerta lateral descuidada por los Guardianes de la Ley. Nada impide realmente mostrarlos, pero sus códigos legibilidad permanecen inaccesibles para el no iniciado. De este modo, al sustraerlos de su ámbito natural y cerrado, el crítico convierte los documentos en pre-textos que exceden su función instrumental y los hace visibles.
Crónica de un acontecimiento. El trabajo de Juan Pablo Canala sobre las conferencias de Leopoldo Lugones que habrían de dar lugar a su famoso libro El Payador va tras las huellas de algo tan inaprensible como el impulso creador: la oralidad y su aura; el momento irrepetible en que unas palabras son pronunciadas por el poeta nacional delante de un auditorio privilegiado que a su vez es lector de La Nación, el periódico donde se publican las crónicas que analiza Canala. Si bien se trata de una oralidad codificada que habita en las fronteras con la palabra escrita, de las varias fronteras no solo interesa acá la que franquea el paso de un pre-texto escrito a una conferencia oral, sino también las formas en que la palabra escrita desea quedarse en el terreno de la oralidad, al amparo de la figura patriarcal de Lugones. De ese modo, las crónicas escritas recuperan la oralidad que es consustancial de la épica, pero además registran trozos de las “conferencias”, nombre que según el cronista es impuesto por el público a las “lecturas” de Lugones. Este juego permanente en el que el hablante es lector de su escrito, y el espectador que escucha es el re-productor de ese discurso, pone en funcionamiento una tecnología de la memoria. Si bien Canala apunta que “cabría preguntarse el modo en el que este cronista toma contacto con los fragmentos del texto lugoniano, el nivel de fidelidad con el que ese texto se trasmite y la utilidad que estas citas textuales tienen como testimonios fragmentarios para la reconstrucción del proceso escritural de El payador”, es evidente en su análisis que esos testimonios fragmentarios resultan de gran utilidad, lo que convierte al material en valioso y nos llama la atención sobre la posibilidad de recuperar otros testimonios pertenecientes particularmente a las primeras décadas del siglo XX, cuando el ejercicio de la memorización era tan difundido y practicado que no se hace necesario aclarar el origen del texto citado: el cronista estuvo ahí.(1) La memoria viva deja marcas de su presencia, pero no se conforma con reproducir la textualidad desplegada en la letra, es letra y es marca de acontecimiento. De ese modo, más allá de las manipulaciones y composiciones de la prosa periodística, estas crónicas se pueden incorporar como pre-textos con las mismas prevenciones en relación con la contextualización que tenemos con un manuscrito, y en el caso de las crónicas, con la misma esperanza de aprehender algo de lo que sucedió.
Márgenes de los manuscritos. El trabajo de Carolina Repetto parece retomar un objeto tradicional como material de estudio, el manuscrito de un escritor, legado no ya como gesto del maestro, sino como recompensa por un trabajo colaborativo. En este caso la autora del artículo ha participado de una etapa del proceso creativo, ha asistido al escritor mientras estudiaba su obra, y lo que transmite el análisis es la sensación de estar en medio de, como si la producción de escritura siempre fuera estar en medio, sin origen determinable y sin meta que alcanzar. En el comienzo del trabajo se afirma: “Lamborghini trabaja su prosa como su poesía”, y esta observación referida al trabajo con la palabra, cobra otra dimensión cuando la crítica mira con atención el margen en blanco de la hoja. La manera en que Repetto señala la productividad de ese espacio en la escritura de un poeta-narrador parece sugerir que el invento del libro no está caduco en tanto, en sus diferentes soportes, se esfuerza por mantener ese espacio de diálogo en el que el lector se vuelve escritor y el escritor se lee una y otra vez. Su señalamiento del límite –entre el espacio y el tiempo, entre la escritura a mano efectuada en un cuaderno o con una máquina de escribir y el comienzo de la experiencia del uso de la computadora como registro de un momento irrepetible en la historia de la escritura– despliega una semiosis de los materiales poco frecuentada en este tipo de estudios. Lejos de la metáfora, el análisis de estas escrituras recorre la inscripción, el palimpsesto, la parodia, como máquinas de efectuación literaria, no para ofrecer modelos generales sino para mostrar de qué manera singular sucede en esta escritura.
Películas inscriptas en un texto literario. El último artículo, escrito por Giselle Rodas, propone un enfoque que podríamos llamar de “génesis intermedial”, siguiendo la denominación de “intermedialidad” como espejo de la noción más difundida de “intertextualidad”. Al examinar los procesos de escritura en una época de gran predominio de lo visual, descubre que no todas las escrituras provienen de otras escrituras, sino que varias de ellas se nutrieron además del cine. Manuel Puig fue tal vez el primer escritor latinoamericano que exhibió este procedimiento como parte de su poética, y la crítica se hizo eco de esa propuesta al reseñar las películas nombradas o citadas expresamente en las novelas y textos sobre cine; pero, tal como señala Daniel Ferrer, el enfoque geneticista, al encontrarse del lado de la producción, no sólo pone un límite a la proliferación del intertexto sin negarlo (una vez más, máxima contextualización posible frente a la diseminación inevitable de la escritura), sino que permite ver con más sutileza los hilos de la trama que sostiene en este caso la ficción novelesca.(2). El funcionamiento de las películas se deja ver mejor al contrastarlo con el tango, otro elemento de la cultura masiva presente en la literatura de Puig. Entre la “heterogeneidad mostrada” de las letras de tango y la “heterogeneidad constitutiva” de las películas, Rodas emprende la tarea de cercar una parte de esta última, la más difícil de aprehender porque sus marcas han sido borradas, incorporadas en el discurso. No sólo el material utilizado se convierte en pre-texto a partir de la recuperación que hace la investigadora, sino que es necesario crear nuevas maneras de mirar para establecer el diálogo que incorpora el texto literario. En este caso, no sólo la presencia de anotaciones sobre tangos en los manuscritos prerredaccionales es objeto de análisis, sino también la ausencia de esas anotaciones en relación a los filmes cuya presencia se rastrea tanto en la trama como en notas marginales que se incorporan direcamente en la redacción.
Este recorrido por materiales heterogéneos que conforman nuestros objetos de estudio constituye, sin embargo, el continuo de las huellas que seguimos quienes hemos optado por analizar un proceso de por sí fragmentado, discontinuo y persistente como es la constitución de un discurso o la creación literaria. En ese terreno nos encontramos y estas tareas nos reúnen.
2.- ¿Cuáles son las primeras tareas a resolver?
El estudio de los múltiples procesos involucrados en la escritura desde la perspectiva señalada, impulsó la reciente constitución del Área de estudios de procesos de escritura en el Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria (dentro del IdHICS, CONICET-Universidad Nacional de La Plata). Por el momento nos planteamos algunas tareas conjuntas:
- Discutir nuestros trabajos en busca de enriquecer las perspectivas teóricas y de resolver problemas prácticos que compartimos: en particular en cuanto a criterios de transcripción, modos de acceso a materiales de archivo, etc.
- Hacer conocer la perspectiva geneticista tanto en ámbitos de la lingüística discursiva como de la crítica literaria, a través de intervenciones conjuntas en reuniones científicas de ambas disciplinas y de la organización de reuniones propias.
- Publicar, dar a conocer no sólo nuestros trabajos sino los Archivos de escritores que podemos consultar y cuyo estudio propiciamos.
En este marco, continuando el trabajo iniciado en 2006 de publicación de manuscritos de Manuel Puig en la página de la Biblioteca de la Facultad de Humanidades (UNLP), nos proponemos establecer un Archivo de escritura que permita difundir manuscritos de manera digital. Actualmente estamos procesando manuscritos de Mario Bellatin y de Arturo Carrera que se sumarán a los de Puig. A los manuscritos “tradicionales” esperamos sumar otros materiales, entre los que se cuentan textos inéditos de José Hernández (recuperados por María Celina Ortale, una integrante que no participa en este dossier por estar entregando su tesis doctoral) y la mayor parte de los documentos aquí citados. La concreción de este paso nos permitirá articular una red con los archivos que hoy custodia el CRLA y avanzar en la construcción de una biblioteca virtual de manuscritos latinoamericanos. Las nuevas tecnologías imponen nuevas formas de custodiar los manuscritos que deben ser desarrolladas por instituciones públicas. Somos concientes de que la organización del archivo, su descontextualización constitutiva y recontexualización crítica, junto con la difusión de los documentos, constituyen intervenciones críticas en las que estamos comprometidos y comprometidas, hasta que la diversidad se haga visible y ayude a pensar una democracia por venir.(3)
Autoras y autores
María Alejandra Alí es doctoranda por la Universidad de Buenos Aires con una tesis ya presentada –cuya defensa está próxima- que aborda la génesis textual de las novelas Respiración artificial y La ciudad ausente de Ricardo Piglia. Se ha desempeñado como investigadora en el Centro de Crítica Genética, fundado en el Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas “Dr. Amado Alonso” de la Universidad de Buenos Aires, bajo la dirección de Ana M. Barrenechea. Entre sus trabajos publicados se cuentan “La pasión escrituraria de Ricardo Piglia. La ciudad ausente: de la novela a la ópera” en Recto/Verso. Revue de jeunes chercheurs en critique génétique, num. 2, Latinoamérica: un Eldorado des papiers, diciembre de 2007, disponible en www.revuerectoverso.com y “La casa de la memoria” en Nueva Revista de Filología Hispánica, v. 54, no. 2, (2006), p. 523-556 (disponible también en http://revistas.colmex.mx).
Magdalena Arnoux es licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires y Profesora en Francés por el Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández". Ha dictado talleres de escritura y de lecto-comprensión en francés en la UBA, y actualmente se desempeña como docente del Taller de Escritura de Crítica en el Instituto Universitario Nacional de Artes (IUNA) y del curso de Teoría y critica literaria del IES en Lenguas Vivas. En este momento se encuentra desarrollando su tesis doctoral en la UBA sobre el discurso epistolar femenino de la segunda mitad del siglo XIX. También está terminando la preparación de una edición anotada de las cartas de Ignacia Cáneva a Juan Bautista Alberdi.
Juan Eduardo Bonnin es doctor por la Universidad de Buenos Aires con orientación en Lingüística. Es profesor en la misma universidad y ha dictado seminarios de análisis del discurso en diversas instituciones. Es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), especializándose en las relaciones entre discurso político y discurso religioso en América Latina. Al respecto ha publicado artículos en libros y revistas especializadas. Su último volumen es Génesis política de la escritura religiosa. ‘Iglesia y comunidad nacional’ (1981) entre la dictadura y la democracia en Argentina (Buenos Aires, Eudeba, en prensa).
Juan Pablo Canala es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires e integra la cátedra de Literatura Argentina del siglo XX. Ha dictado cursos de literatura argentina en la Biblioteca Nacional y de cine en el Instituto Universitario Nacional de Artes (IUNA). Publicó la edición crítica de la obra de Francisco de Quevedo, Remedios de cualquier fortuna (Princeps, 2008) Ha participado en congresos y dictado conferencias en universidades nacionales. Actualmente se encuentra desarrollando su tesis doctoral en la Universidad de Buenos Aires acerca de las vinculaciones entre el periodismo y la ficción en el marco del folletín en el último cuarto del siglo XIX en el Río de la Plata. Se desempeña como miembro investigador de la Sala del Tesoro “Paul Groussac” de la Biblioteca Nacional donde está avocado a la tarea del trabajo con manuscritos literarios de autor.
Graciela Goldchluk es doctora en Letras por la Universidad Nacional de La Plata donde ejerce la docencia como profesora adjunta de Filología Hispánica y dirige un proyecto de investigación sobre Archivos de escritores: digitalización e Internet. Es curadora de los archivos de manuscritos de Manuel Puig y de Mario Bellatin, de quienes ha publicado manuscritos y textos inéditos. Es miembro del Comité Científico del Centro de Teoría y Crítica literaria y de varias publicaciones académicas. Entre sus ediciones se destaca su participación en la edición crítico-genética de El beso de la mujer araña (Col. Archivos), los dos tomos de correspondencia de Manuel Puig, Querida familia. Tomo 1: Cartas europeas y Querida familia. Tomo 2: cartas americanas (Ed. Entropía). Se encuentra en prensa El diálogo interrumpido. Marcas de exilio en los manuscritos mexicanos de Manuel Puig (1974-1978).
Carolina Repetto es docente titular de las cátedras Introducción a la Literatura Y Literaturas Europeas, e investigadora de la Carrera de Letras de la Universidad Nacional de Misiones, Argentina. Es co-directora de un proyecto de investigación y directora de un proyecto de extensión de dicha Universidad. Está terminando su trabajo de tesis sobre los manuscritos de Leónidas Lamborghini. Algunos trabajos publicados son “De sonetos, cartas y crítica. Una ventana a los primeros ‘60 desde un premio literario”, en Río de la plata nº 26/ 27; y “Reescritura y humor en la narrativa de Leónidas Lamborghini”, en Revista Aquenó nº 1, otoño 2003.
Giselle Rodas es Profesora en Letras recibida en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, institución donde desarrolla tareas docentes. Actualmente percibe una beca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET) para desarrollar su plan de tesis “Edición crítico-genética de Boquitas pintadas. Folletín de Manuel Puig” dirigido por las doctoras Graciela Goldchluk y María Mercedes Rodríguez Temperley. Es miembro del Centro de Teoría y Crítica Literaria (IdHICS) de la Universidad Nacional de La Plata. Entre otros artículos, ha publicado “Boquitas pintadas. Folletín: un recorrido por las publicaciones de la novela en Argentina y España” (Actas del II Congreso Internacional. Cuestiones Críticas) y “Escrituras y reescrituras en torno al tango en Boquitas pintadas. Folletín de Manuel Puig” (Actas del Congreso Regional de la Cátedra UNESCO en Lectura y Escritura: “Cultura Escrita y Políticas Pedagógicas en las Sociedades Latinoamericanas Actuales”, en prensa).
Notas
(1). Recuérdese el personaje de “Mr. Memory”, que Alfred Hitchcock introduce en la trama de
Los 39 escalones (
The 39 steps, 1935). La película está basada en una novela homónima de John Buchan que prescinde del personaje que hace un número de varieté en el que exhibe su prodigiosa memoria. Incluso una vez incorporado el grabador, muchos periodistas se negaban a usarlo, tal el caso de Truman Capote que se jactaba de poder reproducir largas conversaciones con exactitud.
(3). Amparado en el trabajo de años en la construcción del CeDInCI (Centro de Documentación e Investigaciones de la Cultura de Izquierdas en Argentina), Horacio Tarcus nos recuerda que “la ciudadanía tiene derecho a saber qué fuentes atesoran sus instituciones”, pero que para ello es necesario fomentar una conciencia cívica acerca de estos documentos. Tarcus, H.: “Os arquivos do movimento operário, dos movimentos sociais e das esquerdas na Argentina. Um caso de subdesenvolvimento cultural”, en: Antonio José Marques – Inez Teresina Stampa, O mundo dos Trabalhadores e seus Arquivos, São Paulo, Arquivo Nacional / CUT, 2009, 261 pp. 61-82. Para información sobre el CeDInCI remitimos a su página web: http://www.cedinci.org/