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El espacio y la historia en Latinoamérica desde la narrativa de Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez ____________________________
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A partir del siglo XX con el fenómeno denominado “the spatial turn” (el giro espacial), la crítica literaria se vuelca hacia conceptos topográficos. Robert T. Tally (2013) dice que este giro se relaciona con la desorientación provocada por la condición posmoderna, que enfatiza la naturaleza de los escritores como cartógrafos del mundo representado en sus obras. (1) Dicha desorientación, según Tally, se debe a que surgen dos categorías importantes de viajeros: exiliados y turistas; ambos como resultado de los cambios políticos y sociales que suceden a nivel mundial durante este periodo de finales del siglo XIX y principios del XX, por lo que el ser humano tiene una mirada diferente de los lugares y espacios a los que llega en condiciones de exilio o como turista, muy distinta de la de un cronista viajero del siglo XIX, o de la de un colonizador o conquistador. I El Boom latinoamericano fue un fenómeno editorial y literario surgido en los años 60 y 70 del siglo XX en América Latina. En ese periodo, algunos jóvenes autores rompieron el esquema tradicional de la literatura con el Realismo Mágico, (2) la búsqueda de la identidad latinoamericana, la recuperación de la historia de América Latina y con una riqueza narrativa que sacudió los cimientos de Europa. Así, casi simultáneamente se publicaron varias obras que los críticos calificaban de auténticas, sin trazos significativos de la literatura francesa o americana de las cuales se alimentaban, y cuyas técnicas y temáticas rompían con los patrones establecidos con respecto a la lucha entre hombre y naturaleza como fondo principal, que, según algunos críticos, había sido hasta entonces, junto al regionalismo, la mayor preocupación de la narrativa latinoamericana. De esa forma, según el decir de Naomi Lindstrom (1994), la ficción latinoamericana comenzó a asociarse con la imaginación, la construcción de una narrativa innovadora, y el tratamiento original del espacio y el tiempo de ficción. II Las novelas de Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez ponen en movimiento todo el archivo de historias y mitologías nacionales; sus libros proponen una representación del mundo y un sistema de interpretación de la realidad de México y Colombia como espejo de Latinoamérica, espacio narrativo múltiple y polémico. De igual forma, sus ficciones recorren los distintos modelos narrativos: desde la novela histórica a la novela policiaca, desde el género fantástico al costumbrismo. Toda una gama de posiciones se despliega dentro del espacio total recorrido. Mapa 1. Lugar de inicio y fin en cada relato de El naranjo En estos relatos se observa que el mexicano o latinoamericano va más allá del simple desplazamiento geográfico, ya que los personajes conocen sus raíces de este lado, las de sus antepasados prehispánicos, pero al realizar el mismo movimiento que siglos atrás realizara su “otro” antepasado, el español, sólo que a la inversa, es como si fuera la unión de ese doble espejo México-España o Latinoamérica-Europa, (3) es decir, la unión de “Las dos orillas”, de las dos miradas, la unión con el “otro”. Mapa 2. Recorrido inverso al de la conquista para regresar a España En ese sentido, un ejemplo muy específico es el cuento “Los hijos del conquistador”, donde los hijos de Cortés regresan a España pasando por casi todos los lugares en los que estuvo su padre cuando llegó al Nuevo Mundo muchos años atrás, por lo que logran una conjunción de ambas culturas “prehispánica – española”, de los espacios “Nueva España - España” y temporal porque a cada momento se unen las diferentes épocas “pasado, presente, futuro” (Mapa 3). Sin embargo, aquí no sólo se trata de la relación entre ambas naciones, sino también en cuanto a la relación humana. Los hijos, los descendientes, los mestizos, regresan a sus otras raíces, a las que no conocían geográficamente pero que también los han formado en la identidad y la cultura, y que se encontraban ocultas en la otra orilla, en el espejo y la máscara que estaban al otro lado del mundo.
Mapa 3. Recorrido de los hijos del conquistador de regreso a España En este tipo de recorridos para una configuración de lo mexicano como sinónimo de lo mestizo, se inscriben también los recorridos realizados por personajes que viven en el México contemporáneo pero que en realidad conviven en una sobreposición temporal. De acuerdo con Bertrand Westphal y su teoría de la geocítica, este elemento se denomina policronía y es cuando en un mismo espacio convive la multiplicidad temporal, por lo que en este caso se podría decir que en el espacio del recorrido de la conquista, se encuentran la época de la conquista y la contemporánea. Ejemplo de ello es Cambio de piel, donde el personaje sale de la Ciudad de México para ir recorriendo casi todo el camino de la conquista hasta el puerto de Veracruz, para encontrarse consigo mismo, como si al reposicionarse sobre las huellas de su antepasado conquistador le diera la otra parte que le faltaba para completar sus raíces prehispánicas de la gran Tenochtitlán y de cada una de las ciudades de la antigüedad por las que el personaje también pasa o por lo menos evoca en sus recuerdos de un tiempo anterior como Xochicalco, Cholula, Tlaxcala o Zempoala. ![]() Mapa 4. Recorrido original de Hernán Cortés en la conquista Mapa 5. Recorrido invertido al de la conquista en Cambio de piel Mapa 6. Distribución espacial de los personajes en Del amor y otros demonios En gran parte de la narrativa de García Márquez tanto el indígena como el negro son percibidos como seres supersticiosos, marginales, pobres e inferiores, los cuales comúnmente son adoptados como criados de confianza, pero nunca pueden emanciparse porque persiste una creencia negativa sobre sus creencias y comportamiento; sin embargo, el espacio del indio es aún más vago e impreciso que el de los negros, pues estos últimos tienen una posición de doble subalternidad, ya que por lo regular eran trídos de Senegal y Guinea y el espacio para situarlos está en la periferia, pero por lo menos poseen un territorio propio dentro del imaginario garciamarquiano, a diferencia del indígena, quien muchas veces ni si quiera aparece en los relatos, como tampoco existía en la época colonial porque a diferencia del negro esclavo, el indígena, en su mayoría, ni siquiera era una propiedad o un bien material del blanco. Esto es lo que Westphal denomina como la desterritorializaión, ya que estos personajes han perdido su espacio original y tampoco han sido insertados en el de los blancos. Tenía instrucciones de no pasar del Portal de los Mercaderes, pero la criada se aventuró hasta el puente levadizo del arrabal de Getsemaní, atraída por la bulla del puerto negrero, donde estaban rematando un cargamento de esclavos de Guinea. El barco de la compañía Gaditana de Negros era esperado con alarma desde hacía una semana, por haber sufrido a bordo una mortandad inexplicable. … Un perro cenizo con un lucero en la frente irrumpió en los vericuetos del mercado el primer domingo de diciembre, revolcó mesas de fritangas, desbarató tenderetes de indios y toldos de batería, y de paso mordió a cuatro personas que se le atravesaron en el camino. Tres eran esclavos negros. La otra fue Sierva María de todos los Ángeles. (García Márquez, Del amor y otros demonios, p. 9) La conquista llegó para las culturas prehispánicas desde el otro lado del océano, al igual que para los negros la esclavitud, por lo que no es de extrañar que la enfermedad, la pobreza, la miseria y los problemas entren a las ciudades coloniales desde la periferia en donde se encuentran los indígenas y los negros de quienes tienen tanto miedo porque se consideran completamente diferentes. ![]() Mapa 8. Recorrido del viaje en la independencia No obstante, en los setenta, América Latina se caracterizaba por las dictaduras como formas de gobierno, aspecto que nuevamente la alejaba de ese ideal de libertad que, de acuerdo con los escritores del Boom, estaría muy bien representado por la Revolución cubana. Así, al igual que los demás intelectuales que participaron en dicho movimiento literario, en Fuentes y García Márquez su compromiso político y social fue un rasgo fundamental de su carrera intelectual. Para ello, Fuentes describe claramente el papel que debe tener un escritor: “lo que un escritor puede hacer políticamente debe hacerlo también como ciudadano. En un país como el nuestro el escritor, el intelectual, no puede ser ajeno a la lucha por la transformación política que, en última instancia, supone también una transformación cultural” (Fuentes en Revista tiempo mexicano). Con ese compromiso entre política y cultura, es que Gabriel García Márquez en El otoño del patriarca retrata alegóricamente las principales características de los dictadores latinoamericanos, porque está prohibido hablar de ellos pero todo el mundo los conoce y los ha sufrido. En otro diciembre lejano, cuando se inauguró la casa, él había visto desde aquella terraza el reguero de islas alucinadas de las Antillas que alguien le iba mostrado con el dedo en la vitrina del mar, había visto el volcán perfumado de la Martinica… había visto el mercado infernal de Paramaribo… había visto las vacas de oro macizo dormidas en la playa de Tanaguarena… el ciego visionario de la Guayra… había visto el agosto abrasante de Trinidad… había visto la pesadilla de Haití… había visto renacer los tulipanes holandeses en los tanques de gasolina de Curacao, las casas de molinos de viento con techos para la nieve, el trasatlántico misterioso que atravesaba el centro de la ciudad por entre las cocinas de los hoteles, había visto el corral de piedras de Cartagena de Indias, su bahía cerrada con una cadena… Pues si él subía en diciembre hasta la casa de los arrecifes no era para departir con aquellos prófugos que detestaba como a su propia imagen en el espejo de las desgracias sino por estar ahí en el instante de milagro en que la luz de diciembre se saliera de madre y podía verse otra vez el universo completo de las Antillas desde Barbados hasta Veracruz… y se asomó al mirador para contemplar el reguero de islas lunáticas… y contemplando las islas evocó otra vez. (García Márquez, El otoño del patriarca, pp. 46-48) Hasta ese momento, la casa patriarcal se relaciona con la situación geográfica de la ciudad y con el aspecto ideológico de la sociedad por lo que se revela como una prisión dentro de la ciudad amurallada de Cartagena, que, de la misma manera que en la época colonial, separa a blancos, negros, indígenas y mestizos; por lo que los personajes de García Márquez son un reflejo de la sociedad latinoamericana de los años setenta que vive lejos de una verdadera libertad espacial, política e ideológica al encontrarse en las dictaduras, así como los personajes se encuentran encerrados dentro de la ciudad amurallada y el patriarca, sinónimo del poder, todavía más encerrado en su propia casa. ![]() Mapa 9. Distribución de los personajes en El otoño del patriarca Sin embargo, durante el otoño, la decadencia se apodera de todo y opaca el esplendor de la casa patriarcal, de tal forma que con la muerte del patriarca el espacio cambia para denigrar el esplendor de los lugares del poder y abrirlos al pueblo para que desde ellos puedan contemplar el esplendor del despertar de la ciudad y más allá un porvenir y la esperanza de un futuro. Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas… A lo largo del primer patio, cuyas baldosas habían cedido a la presión subterránea de la maleza… En el patio siguiente, detrás de una verja de hierro, estaban los rosales nevados de polvo lunar a cuya sombra dormían los leprosos… al fondo de los sauces vimos la casa civil, inmensa y triste, por cuyas celosías desportilladas seguían metiéndose los gallinazos… Así, al final, la pluri-identidad de lo latinoamericano, para Fuentes y García Márquez, se puede decir que es el resultado de la policronía de México y Colombia con sus significados correspondientes y en relación directa con Latinoamérica, es decir el cúmulo de los diferentes tiempos como la conquista, la época colonial, la independencia y las dictaduras en un solo espacio, el latinoamericano. Tiempo cíclico y espacio superpuesto, estas son las dos claves que abren y cierran las obras de Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez porque son estos dos elementos los que permitirán una conciencia de la pluri-identidad que conforma lo latinoamericano. Bibliografía Fuentes, Carlos. Cambio de piel. México: Joaquín Mortiz: 1967. Impreso. Notas (1) Aunque no se trata de un análisis de representaciones iconográficas del espacio en literatura (a través de mapas, diagramas o esquemas), Tally compara la labor del escritor como descriptor de un mundo con la de un cartógrafo que mide y representa visualmente los espacios. (2) El Realismo Mágico, según Seymour Menton (1998), se caracteriza por la narración de hechos insólitos, fantásticos e irracionales en un contexto realista de manera natural, sin asombrarse por ellos ni darle al lector una explicación, como si pertenecieran o fueran lo natural en el mundo real. Magical realism occupies a paradoxical space at the center of the relation between Latin America and the discourse of world literature. On the one hand, it has been portrayed (and still is today, after its aesthetic and cultural power has been manifestly exhausted) as the most local, most particular aesthetic form: that is, the aesthetic form that best expresses the cultural tensions and historical ethos of the region. On the other, as evidenced by its ubiquity in syllabi, anthologies, and corpora, it is the most established and stable world literary genre, the world literary genre par excellence, indeed, a global form, particularly since its rebranding as “the literary language of the postcolonial world” (Bhabha, “Introduction” 7). (2014, p. 59) Con estas dos perspectivas se pueden observar dos vertientes desde las que se ha definido y caracterizado al Realismo Mágico; en primer lugar, desde lo literario con una forma narrativa propia diferente de la narrativa que se hacía en la época; y en segundo lugar, desde el Realismo Mágico con una doble presencia; la regional que mostró las particularidades de Latinoamérica y la global como género literario que le dio voz a las literaturas desde una perspectiva postcolonial. (3) Aquí es importante hacer la precisión en el término Europa, ya que en realidad no se trata de Europa como continente completo, sino sólo de la Europa occidental y más específicamente es una relación con España, Francia, Alemania e Italia (países que son nombrados en otras obras de Fuentes). Esta idea es importante para observar la magnitud del eurocentrismo y el etnocentrismo que muchas veces está presente en la literatura aun cuando los escritores intentan ubicarse en la periferia del sistema. (4) Este viaje es muy significativo para la obra de Fuentes, ya que refleja el punto de vista ideal de Carlos Fuentes sobre la relación político-social y cultural entre los países latinoamericanos. De esa forma, en su obra se puede observar una ideología que busca la unión de lo latinoamericano como el modelo perfecto para que esta región se desarrolle. A diferencia de la realidad en la que México ha buscado hermanarse con Estados Unidos, permitiendo algunas situaciones de desigualdad y más ventajosas para éste último.
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